Wednesday 31 March 2010

Lo interesante de las 'madamas'

Hace unos días atrás me percate de algo sumamente interesante (bueno, por lo menos para mí).

Existen un buen número de leyendas entrelazadas entre la comida y las 'señoritas de la noche'.

En una vida pasada, en un trabajo pasado, mis compañeros de trabajo y yo les conocíamos como 'trabajadoras sociales' (dado a que, en cierta manera, cumplen con un 'servicio social').


Sin entrar en un dialogo intensivo sobre los orígenes y los precipicios morales que conllevan a esta 'antigua profesión', veamos las comidas 'íntimamente' ligadas a estas personas (utilizo el femenino, porque de a memoria no conozco ninguna comida asociado con un 'prostituto', aunque probablemente si existen. Si saben de alguna, por favor comenten en este espacio.)


El plato más famoso nombrado por estas ilustres damas de la noche es Penne (o Spaghetti) alla puttanesca. Aunque su origen es tema de discusiones extensas en el internet, las leyendas tienden a asociar a este plato de pasta con las prostitutas de Napoli (Italia) quienes, o utilizaban el plato para alimentar a sus clientes, o formaba parte de su dieta.


En el mundo de los Ajíes, tenemos a Madame Jeannette, de la familia Capsicum Chinense. Este ají es oriundo de Surinam, en Suramérica. Según va la leyenda, su nombre viene de una prostituta de Brasil (que hacía en Surinam, nunca sabremos). Tengo una pequeña plantita de MJ creciendo en la oficina, y espero poder probar de sus frutos (lo digo sin morbo).


¡Es más!


A lo mejor me da por cocinar Penne alla Puttanesca en el verano y añadirle un MJ para darle sazón.


Hmmm...No tengo más ejemplos...


Quizás son solamente dos que existen en este mundo nuestro. Simplemente el hecho de haberlos encontrado me causo gran interés, pues sigo con la incógnita del porque se les ha nombrado de esa manera.


En una noticia completamente separada, un tío mío ha puesto fotos de mi infancia en su página web por motivo de mi unión con Almapaprika.


Claro está que no pondré estas fotos en este espacio, ya que pretendo mantener la poca dignidad que todavía tengo (que no debe ser mucha luego de hablar incesantemente de comida y prostitutas).

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